En muchas ocasiones utilizamos los términos “asesoría” y “consultoría” para hacer referencia a un desempeño similar. Sin embargo, su significado no es el mismo, pues existen muchas diferencias entre uno y otro. Vamos a verlo a continuación.
Consultoría
Con “consultoría” nos referimos a un trabajo puntual y, a la vez, específico; esto significa que el profesional (consultor) lleva a cabo un trabajo con un fin concreto; una vez finalizado, se puede dar por concluido el servicio de consultoría.
Las empresas de diferentes industrias, así como los autónomos son los que más a menudo solicitan dichos servicios de consultoría, con el fin de encontrar soluciones a problemas y necesidades empresariales. A su vez, los asalariado pueden solicitar encargos más específicos, como pueden ser la declaración de la renta o gestiones de tráficos.
Gracias a sus conocimientos, experiencia, habilidades y herramientas, las asesoría suelen ofrecer servicios de consultoría rápidos, completos e intachables.
Asesoría
Resulta claro que el termino “asesoría” engloba un significado más extenso y vinculado con la gestión de las empresas. En un asesoramiento lo que se busca es ayudar y asesorar a las empresas en el cumplimiento de sus obligaciones jurídicas, fiscales o contables.
Al contratar los servicios de una asesoría, el profesional (asesor) se encargará de preparar los documentos fiscales y contables para presentarlos a las Administraciones Públicas, analizar las cuentas, ayudar al crecimiento y al correcto desarrollo de una empresa, etc.
El asesor, además de tramitar los documentos y llevar a cabo las gestiones propias de sus clientes, se ocupa de aconsejarles y proponerles las mejores soluciones para sus negocios.
Diferencias más relevantes
La diferencia más destacable entre asesoría y consultoría es que, en el caso de la asesoría, los servicios requeridos sirven de apoyo a las empresas, pues no terminan al completar una simple tarea, sino que se trata de cometidos periódicos.
Ambas sirven de apoyo tanto a autónomos como a grandes empresas o PYMES, pues se ocupan tanto de las tareas más triviales y repetitivas como de resolver los problemas de gestión más complejos; además identifican y evalúan nuevas oportunidades de negocio y se encargan de todas esos cometidos tediosos (pero de obligado cumplimento) que suelen quitar tiempo a las empresas.
Si quieres que tu negocio crezca, te aconsejamos que, además de rodearte de una plantilla de profesionales y de contar las mejores herramientas, confíes en la laboral de una asesoría para que lleve a cabo tanto los tramites más complejos como los más simples. Esto te quitará trabajo y te evitará mucho quebraderos de cabeza.
*Si eres autónomo o estas a cargo de una empresa, desde Asesoría Teide estamos a tu disposición para lo que necesites. Para más información sobre nuestros servicios, no dudes en contactarnos.