No importa cuántas veces se intente explicar el tema, lo cierto es que sigue causando dificultades a aquellas personas que deben ingeniárselas para poder calcular su cotización a la Seguridad Social, cuánto cobrarán en caso de estar en paro o de baja, o qué cantidad le corresponderá al jubilarse.
El caso es que la base de cotización para trabajadores por cuenta ajena y autónomos es una de esas informaciones fundamentales para la vida laboral, y eso supone que se debe mantener una estrecha relación con el dato.
Como probablemente sepas, todas las personas que desarrollan alguna actividad laboral en España están obligadas a hacer aportes de recursos económicos al sistema de Seguridad Social, en virtud de cuánto dinero perciban por sus productos o servicios.
Ese porcentaje de lo que ganamos es administrado por el Estado, con el objetivo de garantizar una serie de servicios básicos a todos los ciudadanos, como la Sanidad y la Educación, y por eso existen regulaciones para evitar el fraude, por lo que es mejor ser honestos al respecto o podemos llegar a meternos en problemas.
¿Cómo se calcula la base de cotización de los empleados?
Por un lado están quienes trabajan en una empresa, dentro del Régimen General de Trabajadores, cuyos montos de base de cotización se calculan a partir del salario mensual bruto que aparece en la nómina, el mismo sitio donde aparecen las horas extra, las pagas extra prorrateadas, vacaciones, etc.
En estos casos todo es bastante sencillo, pues la fórmula indica que si a la base de cotización descontamos las aportaciones a la Seguridad Social, como resultado obtenemos el salario neto.
Además, el Gobierno suele actualizar las bases de cotización mínimas/máximas de los trabajadores cada año, lo que combinado con el sector en el que se desempeñan, la función que cumplen, sus estudios y la cualificación que se espera para ese puesto, deja saber el salario neto percibido.
¿Cómo se calcula la base de cotización de los autónomos?
Por otro lado, la base de cotización que corresponde a quien está incluido en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos es la que se le indicó a la Seguridad Social al realizarse el alta. Por lo tanto, la base de cotización que se elija determinará la calidad de las prestaciones sociales. Esto es: a mayor base de cotización, mayor prestación por desempleo, por incapacidad temporal y por jubilación.
No debemos olvidar que el autónomo, a diferencia del trabajador por cuenta ajena, puede elegir libremente su base de cotización con independencia de sus ingresos reales, y la cuota de autónomo se calcula sobre dicha base. En concreto, la cuota supone el 30,03% de la base de cotización, repartiéndose de la siguiente manera: contingencias comunes (28,30 %), contingencias profesionales (1,1 %), cese de actividad (0,8 %) y formación profesional (0,1 %): la suma de los cuatro conceptos da un 30,03 %, que es la proporción de la base de cotización que conforma el pago mensual de la cuota de autónomos.
¿Por qué es importante saber estos datos?
Tener esta información, que se puede consultar en el Informe de Cuotas Ingresadas, es importante porque a partir de ello se determinan ciertas prestaciones como las del paro, la baja, etc.
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